El tamaño del grano de la lija utilizada depende del material a lijar. De tal forma, existen lijas de grano grueso, intermedio y fino. También, la elección del granulado de la lija está en función de la calidad de la terminación requerida. Lijas gruesas darán una terminación rústica, mientras que lijas finas permitirán obtener un pulido más delicado. Por otra parte, se puede realizar el lijado en seco o al agua. Ambas posibilidades tienen ventajas específicas de acuerdo al material a tratar.
El tamaño del grano de una lija, se denomina o conoce según el número de grano. Cuanto menor sea el número de grano, mayor es el tamaño del grano, y por ende, más basto será el lijado. Para un lijado de calidad se recomienda recurrir a varias lijas, comenzando por la más gruesa y avanzando hacia la más fina. Tipos de lija según el número de grano:
Lija gruesa: las lijas con granulado grueso se utilizan para iniciar el trabajo sobre superficies muy rugosas, oxidadas o para eliminar la pintura adherida, antes del lijado definitivo. Este tipo de lija abarca los siguientes números: 80, 60, 50, 40, 36, 24, 20, 16, 12.
Lijado de metal oxidado
Lijado de metal oxidado
Lija mediana: el grano intermedio de una lija es eficiente para mejorar el acabado de una superficie que ha sido previamente tratada con lija gruesa. Una vez que se ha quitado la pintura o el óxido, o cuando las arrugas se han alisado un poco, la lija de grano mediano suaviza la pieza a pulir antes de su tratamiento final. Este tipo de lija abarca los siguientes números: 280, 240, 220, 180, 150, 120, 100.
Lija fina: la lija de grano fino consigue una terminación suave sobre las superficies. Sin embargo, se requiere la utilización de lijas más gruesas sobre áreas demasiado rugosas, ya que de realizar el trabajo directamente con una lija fina, la tarea sería demasiado dura, demandaría excesivo tiempo y probablemente no daría los resultados esperados.Este tipo de lija abarca los siguientes números: 600, 500, 400, 360, 320.
Lija extrafina: esta lija se emplea para eliminar las asperezas que puedan quedar una vez finalizado el trabajo. Este tipo de lija abarca los siguientes números: 1500, 1200, 1000, 800.
Lija seca: las lijas para pulido en seco son las más comunes y pueden utilizarse sobre todos los materiales, con diversos resultados. Uno de sus problemas consiste en la emanación de polvo, por lo cual se aconseja utilizar lentes de protección y barbijo durante el lijado.
Lija al agua: las lijas al agua pueden utilizarse de igual manera que las lijas secas, o sumergirse en agua para su uso. Son más eficientes para la eliminación de los residuos y para dar una mejor terminación sobre determinados materiales.
Por otro lado, también se pueden clasificar las lijas en lijas con grano abierto y con grano cerrado. Las lijas con grano abierto, cuentan con menos granos por unidad de superficie. Lo contrario ocurre con las lijas de grano cerrado. Las de grano abierto son ideales para pinturas, masillas, maderas blandas y resinosas, emplastes, yesos húmedos o muertos, entre otros.
También podemos encontrar las lijas con recubrimiento similar a una cera, lo que permite evacuar el polvo del lijado de una forma mucho mejor, evitando que la lija se obstruya. Este recubrimiento lo poseen las lijas especiales para lacas o pinturas.
Selección del tipo de lija
Teniendo en cuenta la gran variedad de tipos de lija que existen, es muy importante que se seleccione la más adecuada para el trabajo a realizar, y además se consideren las distintas fases o etapas del trabajo, en caso de que aplique.
Indicaremos algunos ejemplos de aplicaciones de la lija:
Para la eliminación inicial de pintura excedente y residuos granulosos en madera o yeso, debe utilizarse una lija seca de grano grueso. Una vez emparejada la superficie, se continúa con una lija mediana y se realiza la terminación con lija seca muy fina.
Para lijado de metales, se usa la lija de tela esmeril y se sigue una secuencia similar. Esmeril grueso para remoción de óxido y rebarbas, luego esmeril mediano y fino.
La lija al agua, en sus tres grados de granulado, es muy buena para el alisado de superficies rellenas con masilla o para mejorar la terminación de la pintura.
Esta útil y eficiente herramienta es un gran aliado para obtener trabajos con acabados perfectos. Basta con elegir la lija adecuada y aplicarla de forma correcta.